Las puertas son un elemento que encontramos en cada estancia de la casa y cuya elección no es ninguna decisión aleatoria. Hay que tener varios aspectos en mente como el diseño o el modelo, pero también es muy importante el acabado, ya que, dependiendo de la distribución e iluminación de la habitación, es más recomendable un acabado u otro.

¿Qué características tener en cuenta para elegir las puertas?

A la hora de elegir las puertas de cada una de las estancias de la vivienda o el local, hay que pensar tanto en la terminación exterior como la composición interior de la misma. Hay diversos diseños y colores, las puedes encontrar pintadas con líneas horizontales o verticales más o menos marcadas, u otros diseños que imitan la madera si buscas un aspecto más natural.

La composición interior puede ser hueca o maciza. En el caso de las puertas huecas el interior es de cartón de nido de abeja y chapa, si vas a tomar la decisión basándote en ventajas económicas esta es la mejor opción. Además de esto, también es más ligera lo que alarga la duración de las bisagras.

Las puertas macizas tienen una estructura formada por un aglomerado, madera maciza o DM (Tablero de Fibra de Densidad Media). Estas puertas son más pesadas que las huecas pero ofrecen mayor resistencia y un aislamiento de alto grado.

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¿Cuáles son los principales acabados para decoración de interior?

Podemos encontrar multitud de acabados, según el estilo de la estancia deberíamos colocar uno u otro, nuestras recomendaciones son las siguientes:

Industrial o loft: En caso de que vivas en un loft, seguramente tengas elementos en tono cobre y otros colores industriales, es por esto que se podría colocar una puerta de tono rojizo de haya.

Escandinavo: Suele ser un entorno sencillo que transmite tranquilidad y paz, por lo que es recomendable colocar puertas que continúen con el ambiente conseguido. La mejor opción son puertas lacadas en colores claros como blanco, beige, o gris claro.

Mid-century modern: En este caso tu decisión se basará principalmente en su funcionalidad con un acabado sencillo.

Navy: Si tu estancia tiene una decoración navy, podríamos utilizar de nuevo puertas lacadas con colores frescos como con la decoración escandinava para continuar con ese ambiente tranquilo y sereno.

Bohemio: Sería uno de los casos en los que se pueden utilizar estilos más naturales como el roble y el haya para transmitir esa sensación cercana a la naturaleza.

Clásico renovado: En este último estilo, combinan las paredes claras con la decoración y los muebles oscuros, en este caso, lo mejor es que las puertas vayan al tono con el resto del mobiliario y el suelo, generalmente de parqué oscuro.

Complementos de una puerta de interior

Además de la propia puerta, hay otros elementos que pueden variar a la hora de elegir las puertas y que también debes decidir.

El primero de ellos es el premarco o precerco, que es la estructura que se coloca entre el tabique y la propia puerta cuando la colocas. Aunque tengas el premarco de la puerta anterior, es recomendable instalar uno nuevo cuando se cambian las puertas. En caso de que el cerco sea menor que el tabique, podemos utilizar un recrecido para solucionar el problema.

La jamba, que es la pieza decorativa que recubre el marco de la puerta.

La manilla que va en combinación de color con la bisagra y que varía en estilos para adaptarse lo mejor posible al estilo decorativo de la estancia.

El uñero, este sólo se encuentra en las puertas correderas y es la pieza con la que  se abren.