¿Has pensado alguna vez en cerrar tu terraza o balcón pero no tienes claro qué pasos tendrías que seguir?
Habilitar un espacio para una nueva habitación, trastero…suele ser una idea frecuente, sobre todo en propietarios de viviendas que cuentan con una terraza o balcón amplio.
¿Qué es un cerramiento?
Un cerramiento se define como una estancia o espacio cubierto que tiene las características de una logia, balcón, terraza o porche, cerrado en sus lados por superficies acristaladas o de otros materiales.
Por lo tanto, un cerramiento significa, en pocas palabras, encerrar un balcón o una terraza con cristales.
Veamos todo lo que tienes que tener en cuenta.
¿Es posible cerrar una terraza legalmente?
1: Comprobar que realmente se puede hacer
Dirígete a la oficina técnica del municipio donde se encuentre tu vivienda e infórmate sobre los trámites necesarios para llevar a cabo el cerramiento.
En ocasiones puede ser necesario determinados trámites burocráticos o una solicitud de licencia de obras.
A nivel de vivienda, la molestia radica en el hecho de que la estructura de la terraza, por razones obvias, tendrá que unirse a un balcón superior no propietario, lo que puede dejar un amplio espacio para la disputa.
En las construcciones nuevas, es mejor contar con el consentimiento del vecino de arriba para la venta de esta posible parte acristalada.
Otro impedimento es que un cerramiento podría estropear la estética general de la fachada, por lo que generalmente es mejor pedir el consentimiento de todos los propietarios en la junta, a menos que todos lo hayan hecho ya o esté autorizado en el reglamento de la comunidad.
En general, se aplica la norma de que si sólo beneficia al propietario individual y no supone ninguna mejora para la comunidad, el cerramiento debe ser demolido cuando no se autoriza.
Obviamente, no todos los casos de cerramiento afectan a la apariencia estética del piso. Un cerramiento construido en el nivel de la terraza del propio piso en la parte trasera del edificio, por ejemplo, no tendrá el mismo impacto que un cerramiento construido en la elevación principal de una vivienda recién construida.
2: Cuidado con las soluciones alternativas
Cuando tienes que cerrar un balcón, tienes una amplia cantidad de opciones a tu disposición.
La realidad es que, sea cual sea el medio por el que se realice, incluso, por ejemplo, con paneles de vidrio plegables, debe considerarse como una nueva estancia utilizable de forma independiente. Ya que no se trata de una obra que responda a necesidades temporales y contingentes, sino que está destinada a perdurar en el tiempo ampliando el disfrute de la vivienda.
En general, cerrar un balcón o un porche, transformándolos en un cerramiento, añade volumen a las viviendas y, por ello, es necesario comprobar con anterioridad que existe un volumen residual suficiente para la construcción.
Algunos municipios también definen como cerramientos, sujetos a licencia de obras, el cierre de un balcón con acristalamiento abatible y no térmico. Por eso siempre es necesario pasar por la oficina técnica para evitar problemas.
En general, lo que puedes o no puedes hacer, y los permisos que debes solicitar, depende de una combinación de varios factores, el principal es el tipo de vivienda con el que cuentes.
Una estrategia para evitar la necesidad de permisos o desagradables peleas entre bloques de pisos es el uso de toldos. El resultado de este sistema es un cierre casi hermético.
3. Cerrar una terraza regularmente con los permisos correspondientes
Si quieres cerrar un balcón o una terraza siguiendo al 100% el marco legal, puedes ponerte en contacto con un técnico local (aparejador, arquitecto o ingeniero) o ir a la oficina técnica en persona para averiguar cuántos metros puedes utilizar para un volumen adicional.
Por lo general, lo mejor es contratar a un técnico para que determine las limitaciones o los diversos impedimentos y también para que redacte el proyecto.
A continuación, el proyecto se presentará al municipio correspondiente para obtener la licencia de obras.
La ampliación también se incluirá en el volumen residencial desde el punto de vista energético; por tanto, todas las superficies dispersantes en contacto con el exterior y el sistema del edificio/planta deben cumplir los requisitos de la normativa específica y ser verificados por el técnico designado.
La ampliación está sujeta al cumplimiento de la normativa sobre distancias. Las distancias legales pueden encontrar su regulación no sólo en el Código Civil, sino también en los planes de ordenación municipales.
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